viernes, 6 de junio de 2014

DIA 12. REQUEJO --- LAZA

Distancia: 80km





















Mañana fría, helada. Hemos pasaso de los 34 grados en tierras Sevillanas a estar alrededor de 5º C esta mañana o incluso menos. La subida ha sido dura, pero la bajada ha sido peor.





Nada mas salir del albergue hemos empezado a subir el puerto,1.352 metros de altitud de la Portilla del Padornelo. Subimos por carretera tanto los bicigrinos como los peregrinos ya que debido a la llegada del AVE a Galicia los caminos estan cortados. El desfile de caminos es constante en algunos tramos, pero nosotros seguimos concentrados en el camino. El permanente murmullo del  río y de las aguas como consecuencia de las lluvias nos acompañan y el verde intenso nos envuelve dentro del paisaje, mientras seguimos ganando altura de manera gradual. 
Durante el ascenso, hoy por primera vez en todo el camino, tenemos que sacar el chubasquero.



Una vez arriba del puerto empezamos la bajada, que es un infierno. Hacía tiempo que no pasaba tanto frío. El dolor en los dedos de las manos y los pies es tan intenso que no nos permite pensar en otra cosa que no sea el final del descenso. La sensación de que nuestro peor enemigo nos está clavando cuchillos en los dedos sería la forma más visual de describirlo. La lluvia además nos esta mojando el cuerpo, a pesar del chubasquero, las tierras gallegas están cerca y van a recibirnos con su peor cara. En la bajada durante unos kilómetros, primero por el arcén de la nacional y luego por una carretera secudaria nos dirigimos a Lubián. Esta localidad es la última de Castilla y León, y aunque hoy no sobrepasa los 350 habitantes, en sus edificaciones se refleja lo que sin duda tuvo que ser un pasado mejor.

Nos detemos a almorzar y a tomar fuerzas, aunque la parada es breve porque nos enfriamos con facilidad. 


La ruta continúa después con otra larga subida de casi 4 Km hasta la Portela de Canda. El trazado va ganando altura sin bruscos desniveles, y con la vista puesta en la autovía, que asciende uniforme por la vertiente contraria. Al llegar al puerto se alcanzan los 1.262 m de altitud y se deja atrás Castilla y León, para entrar definitivamente en Galicia por la provincia de Ourense a unos 246 km de Santiago. 
Nos tomamos un café con leche para entrar en calor y esperar a que ceda la lluvia, o que por lo menos amaine. Es casi medio dia y al parecer en un rato saldría el sol. 

Salimos de nuevo por asfalto, y a nuestra llegada a A Gudiña nos metemos por camino que discurre por carreteras secundarias. Nos encontramos a mil metros de altura y los valles son impresionantes. Atravesamos pequeñas poblaciones, casi abandonadas llamadas Ventas. La pista bordea desde las alturas el amplio desfiladero en que se asienta el Embalse das Portas, que es el elemento central del Parque Natural O Invernadeiro. 





Comemos en una de las pistas la comida que transportamos y que preparamos el dia anterior.



Llegamos a Campobecerros, una pequeña población con todos los servicios. Atravesamos una especie de túnel entre casas que es lugar de paso obligado, y a su lado, un bar donde nos tomamos un café y charlamos con la dueña del local, que nos dice que hoy han pasado muchos peregrinos. Hablamos con ella y nos pregunta de donde venimos... cuando Salvador se va al baño, me pregunta con curiosidad cómo va, y se sorprende al escuchar que está más fuerte que yo. Nos indica que ya casi llegamos a Laza y que casi todo era en descenso excepto unas pendientes que tendríamos que subir cuando abandonemos Campobecerros.



El descenso ha sido lo mejor de hoy, he disfrutado del paisaje y de la sensación de libertad que ha sido increíble. Por carretera desde las alturas hemos llegado a la parte más baja de la montaña con una sensación de felicidad que me ha hecho olvidar lo mal que lo he pasado esta mañana. 



Laza es una localidad asentada en el fondo de un valle rodeado de montañas y situado en la cabecera del Río Támega. Es capital de un municipio con algo más de 1500 habitantes que se encuentran diseminados en numerosos núcleos de población.




Hacemos la compra y buscamos la panadería, .... nos indican que está cerrada pero que la panadera nos abrirá la puerta y nos venderan pan. Cuando llamamos a la puerta sale una ancianita adorable que acompañamos hasta la panadería donde nos vende el pan.

Cenamos una riquísima cena.


A dormir!


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