sábado, 7 de junio de 2014

DIA 15. SILLEDA ---- SANTIAGO DE COMPOSTELA

Distancia: 42 km



















 A cuarenta kilómetros de la gloria! :)

Hoy nos levantamos tarde y lo tomamos con calma, ya que estamos cerca de la ciudad, a tan sólo 42 km.
Para calentar motores hemos empezado por carretera. Unos 8-10 km en trayecto descendente que han pasado rápido. Después al camino.
El camino es precioso pasando por pueblos gallegos donde toda la gente nos saluda a nuestro paso, insluso te paran para hablar contigo. Una señora mayor enana me ha parado para preguntarme de dónde era, y de dónde veniamos hoy, nos ha advertido que por carretera pasaba muchos coches y que tuvieramos cuidado y nos ha deseado muy buen camino y buena llegad al final.






Hemos atravesado los típicos bosques que dan la esencia a esta tierra, de eucaliptos, robles, castaños, abedules, pinares... con el agua fluyendo por todos los rincones abriendose paso por donde puede. Los caminos estan encharcados, que en ocasiones es difícil es sortearlos.







Las piernas estan cansadas, doloridas y la montaña rusa no cede, es muy cansina. Yo tengo que bajar en cada subida ya que el dolor de mis piernas es constante. Debido a ello, se hace largo y los últimos kilómetros son eternos y en compañia de nuestra querida lluvia.
Llegamos a un puente que es el de la curva de Amboix y hay montado un pequeño santuario recordando la víctimas del descarrilamiento del fatídico tren este mismo año. En ese lugar nos tomamos un café y un señor nos da ánimos y nos dice que tan sólo quedan 2 km para llegar a la ciudad y que únicamente tendríamos que subir una pequeña cuesta que podíamos ver al fondo de la calle. Cogemos fuerzas y entramos en calor con un cafe para poder enfrentarnos al último tramo del camino.


Subimos la rampa y al bajar empezamos a ver las torres de la Catedral al fondo pero próxima a la vez. En esta parte de la ciudad tenemos que atravesar un corto recorrido a través de sus calles para llegar a la plaza del Obradoiro, será la última subida, el último pedaleo.
Entramos a la plaza por su derecha, por donde entra el camino Francés, acompañados de unas notas gaiteras que animan nuestra llegada. Los peregrinos que han llegado a la vez que nosotros se encuentran guarecidos en el porche del Palacio de Raxoi, donde hoy en día está el Ayuntamiento de la ciudad, debido a la  lluvia plasmando la emoción del momento en un instante fotográfico.

                                          

















                                            


Ahora sí que había terminado. 1170 km recorridos. España atravesada en canal de sur a norte, contemplando la diferencia territorial de cada una de sus partes y el gran contraste paisajístico que nuestro país alberga, así como gastronomía, clima, gentes...

                                                       
Gracias a todos aquellos que nos habéis seguido durante el camino y que lo habéis hecho como parte vuestra aventura.  Ha sido una experiencia muy enriquecedora, y muy bella. La compañia ha sido inmejorable y juntos hemos podido superar todo tipo de adversidades, así como disfrutar de tantísimos buenos momentos. Nuestra corteza occipital se lleva una inmensidad de imágenes que permaneceran en nuestra memoria toda la vida.

Esperamos que sirva de ayuda para futuros peregrinos, y si alguien se anima a realizarlo estaremos aquí para ayudarlo si lo necesita.

Gracias.
Besos a todos!







viernes, 6 de junio de 2014

DIA 14. OURENSE --- SILLEDA

Distancia: 70 km


Hoy salimos pronto del albergue, porque a las 8.00 hrs: todos fuera. Hemos ido a por las bicicletas que las guardaron en un garaje de un bar de al lado. Es increible que con lo grande que es el monasterio no tengan sitio para guardalas y que tengamos que pagar para hacerlo. Por lo menos, la camarera era majísima, así que después del desayuno, a pedalear.


La salida de Ourense es de órdago ya que esta ciudad se encuentra en la falda de un grupo de montañas. En 2 km hemos pasado una diferencia de desnivel de 200 m, pero lo hemos hecho andando porque la inclinación era importante e incluso me costaba empujar la bici.


La lluvia nos ha dado de tregua hasta que ibamos por mitad cuesta y cuando hemos llegado a la mitad de esta nos hemos puesta el chubasquero. El camino, al principio, seguía por la carretera pero lugeo se internaba en los bosques, sin embargo hemos seguido por asfalto porque estaba muy mojado y teniamos miedo a caer.
El camino por carretera se hace muy monótono. Los sube y baja son constantes y cuando subimos se abre el carril de aceleración desapareciendo el arcén. Los coches pasan a bastante velocidad sin embargo la mayoría respetan las distancias.




El día es frio, como viene siendo la norma en los últimos días. Las piernas no duelen como ayer y por lo menos durante las subidas vamos ligeros, o todo lo ligeros que podemos. Durante las bajadas cogemos velocidad en carretera y a la vez el frío se adentra en nuestro cuerpo, las puentas de los dedos y de los pies están insensibles y dolorosas a la vez. Con la velocidad el agua de las ruedas salta sobre nuestra cara y la lluvia también nos moja más, así que hoy, solo hoy, prefiero las subidas a las bajadas.
Mi mirada está fija sobre la carretera sin importarme el paisaje de alrededor, solo quiero llegar y meterme en un sitio caliente.
Consultamos la meteorología en el móvil mientras nos tomamos un café con leche para intentar que el
cuerpo entre en calor (hace unos días buscabamos helados para refrescarnos, hoy no se nos ocurre!), según éste a las 12. 00 hrs va a parar de llover y vamos a tener una hora hasta que retorne la lluvia. Y así lo esperamos en la cafetería de la carretera próxima a Cea, y media hora antes de lo indicado la lluvia cesa. Salimos del sitio pitando pues con un poco de solo y sin lluvia todo se ve de otro color. Pedaleamos y pedaleamos  y a las 2.30 hrs vuelve el infierno, que es abundante y nos obliga de nuevo a parar. Lo hacemos en un albergue del camino donde nos resguardamos y preguntamos donde podemos ir a comer. En cuanto para, salimos hacia el lugar recomendado.
Comemos eun un bar situado en el Alto de Dozón, una comida que más bien sería de final de etapa, deliciosa a la vez que abundante. ¿Quien pedalearía más tarde? Menos mal que al inicio todo era bajada, así que has sido una gozada y con un poco de sol y la tripita llena, volveríamos a disfrutar del paisaje verde gallego, de sus vacas y pueblos característicos.



Los últimos kilómetros los hacemos por camino adentrandonos en los bosques mágicos Gallegos con sus árboles centenarios y todo verde por la gran humedad que albergan. El suelo es como una alfombra llena de hojas y aunque en ocasiones hay que bajar de la bici por el mal estado (piedras y agua, fundamentalmente) recorrerlos siempre merece la pena.




Llegamos pronto a Silleda y cuando lo hacemos empieza a  caer un chaparrón importante pero estamos cerca del hostal así que no paramos a contemplar el cielo.




Llegamos al hostal, nos duchamos y caemos en la cama rendidos, y para cenar únicamente tomamos un café con leche y nos metemos de nuevo al sobre.

DIA 13. LAZA --- OURENSE

Distancia: 58 km



Las piernas vuelven a doler.
Nuestros compañeros salen con chubasquero pero una hora más tarde a nuestra salida, ya ha parado de llover.
La policia local nos advirtió que salieramos por carretera porque el camino en una zona es un cortafuegos imposible de transitar en bici, así que, así lo hacemos. Como esperamos a la salida de Laza la carretera va en pendiente ascendente. La etapa de hoy medirá nuestras fuerza en la ascensión al monte Requeixada, tras la que llegaremos a Alberguería y a la cruz del monte Talariño.  Intentamos pedalear pero me duelen las piernas así que andamos hasta que pasamos la pendiente más importante. Cuando llegamos arriba el sube y baja es contínuo, y es que Galicia es así. 




Cogemos el camino pero perdemos mucho tiempo, como es normal en nosotros, por lo embarrados que están. Nos hacemos unas bonitas fotos en los bosques mágicos.











La entrada a Ourense es por un polígono industrial. Bajamos hacia Ourense que está en el fondo de las montañas, junto al rio Miño.
LLegamos pronto y tras descansar un rato damos una vuelta por la ciudad. Visitamos la Catedral que es preciosa en su interior con un portico pintado a color precioso. Callejeamos y buscamos un sitio para cenar pulpo y caldo gallego, mientras vemos el partido de futbol del Real Madrid. 
La puerta del albergue la cierran a las 10 hora a la que apagan las luces también. Así que nos vamos a dormir pronto.







                                        

Bonita foto del atardecer en Ourense. Buenas noches